anestesia

Participación de un médico anestesiólogo en la Clínica Odontológica.

La cirugía Mayor Ambulatoria realizada en los hospitales, así como la cirugía ambulatoria realizada en Clínicas Periféricas no hospitalarias es una práctica de realización cada vez más frecuente. Aunque en las cirugías extra hospitalarias la presencia de un anestesiólogo no es aún una norma obligatoria, si que empieza a ser una figura imprescindible cuando se pretende mantener la seguridad del paciente durante la realización de una cirugía más agresiva.

A la especialidad médica de Anestesiología Reanimación y Terapéutica del dolor (Ese es el nombre oficial de la especialidad de los “Anestesistas”) le corresponde las competencias de supresión del dolor intraoperatorio, así como los cuidados médicos críticos durante el periodo preoperatorio y postoperatorio.

Por ello la presencia de un anestesista en las clínicas quirúrgicas ambulatorias se justifica, en primer lugar, por la necesidad de administrar al paciente una sedación para afrontar sin ansiedad la cirugía, pero fundamentalmente por precisar de un especialista que solucione los problemas médicos y las urgencias que se presenten durante la realización de la cirugía y del postoperatorio inmediato.

La práctica odontológica no es ajena a esta situación, la cirugía que se realiza en las clínicas de odontología es cada vez más exigente y se plantea retos cada vez más complejos. Ponemos como ejemplo la necesidad de exodoncias múltiples o exodoncias de dientes incluidos (muelas del juicio) que precisan osteotomías amplias. O por ejemplo la realización de cirugías de implantes múltiples. Otras veces se tienen que realizar técnicas de aumento de hueso, bien por necesidad estética o para mejorar la integración ósea del implante que vamos a colocar (cirugía de regeneración ósea, o la implantación injertos óseos autólogos o artificiales en maxilar, o elevaciones del suelo del seno maxilar).

Todas estas situaciones arriba mencionadas, son cirugías que pueden resultar en algún momento conflictivas de por sí o molestas para el paciente porque su realización precisa de un tiempo quirúrgico largo.

Durante la realización de la cirugía la presencia de un especialista en Anestesiología y Reanimación que se haga cargo de la ansiolisis (“control de la ansiedad”) del paciente, y que se haga responsable de mantener al paciente con las constantes vitales estables durante la cirugía, así como de asegurar el correcto estado del paciente antes de ser dado de alta en la clínica, es una asistencia que mejora de forma importante la calidad de atención a los pacientes.

La Ansiedad.

La sedación (control de la ansiedad), que paradójicamente empezó a usarse por primera vez en odontología, sigue siendo una práctica que no ha evolucionado suficientemente en las clínicas odontológicas y es realizada con mayor o menor suerte y de forma inespecífica por los odontólogos, cuando debería realizarse por un especialista en anestesiología (“anestesista”). Es por ello que hoy en día en las clínicas odontológicas donde se practique cirugía bucal se tiende a la presencia de pluriespecialidades para mejorar la calidad atención a los pacientes.

Nos planteamos dos objetivos con la ansiolisis. En primer lugar, la necesidad de aportar al paciente que se está sometiendo a una cirugía bucal bajo anestesia local, de un ambiente de tranquilidad y estado de sedación intensa a la vez que reversible en cualquier momento, en definitiva una situación de ansiolisis controlada que le permita aceptar cómodamente la cirugía. Y en segundo lugar, la necesidad de que le brinde una protección psicológica suficiente como para que le permita liberarse del tradicional miedo al sillón del dentista, sin futuros temores al dolor o sufrimiento.

Estos dos puntos, son los aspectos constantemente más demandados por la gran mayoría de los pacientes en todas las asistencias dentales, la tranquilidad que se le aporta al ver cómo su dolor y su temor desaparecen.

Un buen resultado quirúrgico por parte del odontólogo unido a una buena sedación constituye un gran índice de calidad asistencial. Es además, un servicio de atención que empieza a ser incluido y ofertado cada vez más frecuentemente en las Clínica Odontológicas.
El Cuidado Crítico Intraoperatorio.

Durante la cirugía se hace necesario el solucionar en forma intensiva y segura los problemas médicos que al paciente le van surgiendo durante la cirugía oral.
En primer lugar, y lo más frecuente en su aparición, son los trastornos hipertensivos arteriales, es decir las crisis de tensión arterial elevada. Y en segundo lugar en cuanto a la frecuencia de presentación son las arritmias cardíacas: la bradicardia durante la infiltración o manipulación del suelo del seno maxilar, así como la taquicardia persistente durante la agitación y dolor quirúrgico, o la existencia previa en el paciente de una fibrilación auricular, todos ellos son los trastornos del ritmo cardiaco más comunes que cabe esperar.

Otro capítulo aparte son los accidentes por la interferencia de la cirugía con el mantenimiento de la vía aérea permeable, secreciones, cuerpos extraños, edema de glotis reactivos a los anestésicos locales. La edad cada vez mas avanzada de los pacientes que demandan cirugía de implantes dentales ha hecho que la patología sobreañadida que presentan los pacientes se amplíe a otras situaciones como crisis hipertensivas y bradicardia secundaria al tratamiento con betabloqueantes fundamentalmente, así como historia de patología coronaria, hipotiroidismo, enfermedades pulmonares crónicas y trastornos del metabolismo de la glucosa. Todos ellos son problemas solucionables en una Clínica Odontológica bien preparada y que cumpla con los requisitos legales para la asistencia a sus pacientes.

La presencia de un médico reanimador cuya especialidad le da una experiencia en la patología de urgencia es un punto importante de seguridad para nuestros pacientes. Este aspecto, aún siendo quizás el más trascendente, es poco o nada valorado por los pacientes usuarios de una clínica dental.
Lo que ofrece nuestra Clínica.

En la Clínica Blanco Ramos se ha optado por la presencia de un médico anestesiólogo reanimador con titulación específica y larga experiencia en urgencias quirúrgicas. La finalidad es que haya un médico aparte del cirujano, “con dedicación exclusiva durante la cirugía para ese paciente”, que se encargue de actuar en caso de que se presente una emergencia. Y que esta emergencia sea detectada inmediatamente mediante la monitorización de constantes vitales, y que no se deje evolucionar el problema sin atenderlo.
Su actuación irá encaminada a proporcionar y mantener en una estabilidad médica al paciente durante la cirugía bucal. Además este médico será el responsable (porque así lo autoriza legalmente su titulación académica) de la sedación del paciente en coordinación con la actuación del cirujano.