Clinica dental en Santiago de Compostela

Blanqueamiento dental

Blanqueamiento dental

 

En los últimos años ha aumentado el interés por tener una sonrisa más bonita. Por ello la demanda de blanqueamiento dental se ha incrementado. Sin embargo, el conocimiento general sobre este tratamiento, su realización y los peligros que puede conllevar es contradictorio dada la cantidad de información que circula por internet.

 

¿En qué consiste el blanqueamiento dental?

 

El blanqueamiento dental es un tratamiento odontológico, que debe ser supervisado por un dentista. Es un tratamiento que se realiza con el fin de aclarar el tono de los dientes y obtener una sonrisa más luminosa, pero el paciente debe reunir unos requisitos de salud previos para poder realizarlo con seguridad.

Con la edad los dientes se vuelven más oscuros, debido a cambios estructurales y a las manchas de la superficie dental causadas por el café y el té, el tabaco o el acúmulo de placa bacteriana. También por caries, alteraciones en el nervio o el consumo de algunos antibióticos (tetraciclinas en niños) los dientes pueden llegar a oscurecerse.

El dentista debe seleccionar la técnica más indicada para cada paciente, como puede ser el tratamiento en la consulta o en casa, pero siempre bajo el control del dentista, ya que acudirá a revisiones cada semana, cada quince días o en otros intervalos, dependiendo del caso.

 

Diferentes tipos de blanqueamiento dental

 

Existen distintas opciones para conseguir unos dientes más blancos, por ello es necesario la supervisión de un dentista que determine cuál es la opción más recomendada en cada caso.

Además el dentista comprobará que se realiza adecuadamente el tratamiento, siguiendo las indicaciones dadas antes del inicio del tratamiento, y que no existe riesgo para las encías ni los dientes. Así mismo, monitorizará el posible incremento de la sensibilidad dental y el cambio de color en las distintas visitas.

 

¿El blanqueamiento dental es doloroso?

 

Normalmente no es doloroso, pero en ciertos casos, sobre todo si el paciente ya presenta sensibilidad previa, puede incrementarse la sensibilidad dental de forma transitoria, mientras dure el tratamiento. En caso de que se produzca esta eventualidad el dentista cambiará la pauta o el producto empleado, o incluso utilizar productos desensibilizantes en conjunto con el producto blanqueador, para poder finalizar el tratamiento.

Tampoco daña el esmalte, siempre que se realice de forma correcta, siguiendo las indicaciones del dentista, empelando un producto seguro, con regulación sanitaria.

Es importante recordar que los empastes, las fundas o los puentes no se blanquean. Puede ser necesario cambiarlos una vez finalizado el blanqueamiento para igualarlos al color de los dientes blanqueados.

 

 

¿El blanqueamiento dental dura para siempre?

 

Con el tiempo los dientes sometidos a un blanqueamiento dental pueden volver a oscurecerse, pero no volver al estado inicial. Para que el blanqueamiento perdure deben realizarse revisiones y un adecuado mantenimiento de la salud oral, incluso puede ser necesario realizar un retratamiento.

 

Blanqueamientos dentales caseros

 

Las pastas de dientes blanqueadoras no son un producto blanqueador como tal, sino que son más un complemento para mantener los dientes blancos después de haberlos blanqueado previamente. Eliminan las manchas superficiales de los dientes, pero son muy abrasivas y su uso excesivo durante un tiempo prolongado puede dañar el esmalte dental.

En cuanto a los blanqueadores dentales caseros, lo más habitual es encontrar referencias del uso de bicarbonato, limón o ceniza para blanquear los dientes. Sin embargo, su uso es peligroso ya que son productos muy abrasivos que no blanquean el tono del diente si no que desgastan el esmalte, eliminando las manchas superficiales. Por ello son dañinos para los dientes, porque eliminan parte de la estructura de los dientes, volviéndolos más débiles, y para las encías, ya que son irritantes.

Por último, los pinceles o kits de blanqueamiento dental de farmacia se diferencian de los dispensados por un dentista en la concentración del producto blanqueador. Por ley, las farmacias sólo se pueden dispensar productos blanqueadores de muy baja concentración, ya que al ser un producto de libre dispensación no puede poner en riesgo la salud de los usuarios. Los productos blanqueadores no pueden tener un contenido en peróxido de hidrógeno mayor del 0,1% (o de peróxido de carbamida del 0,3%). Sin embargo, estas concentraciones no consiguen un resultado blanqueador apreciable.

 

 

Cabe recordar que está prohibido vender desde España online directamente a los pacientes productos blanqueadores con concentraciones mayores que las de libre dispensación. Además, estos tratamientos realizados en un lugar no autorizado o sin la supervisión de un dentista pueden tener graves consecuencias para la salud de la boca.

 

 

En definitiva, en caso de que quiera realizar un blanqueamiento dental debe acudir a su dentista para que evalúe su estado de salud oral y la mejor opción de blanqueamiento dental para su caso.